sábado, 16 de mayo de 2020

¿Por qué nos dejamos influenciar por la mayoría?




Mirando la vida con otros ojos.....a través de la Psicología



¿Alguna vez has cedido a la presión grupal, aún siendo consciente de que dabas una respuesta no acorde con tu pensamiento inicial?.

Para explicar este efecto, me gustaría compartir experimentos sobre la Conformidad Social o por qué nos dejamos influenciar por la presión social o las mayorías. Para ello, vamos a ver qué estudios realizó Solomon Asch. 

El extracto de esta serie, pertenece a la variante de los experimentos realizados por Asch. 


En el experimento original se formó un grupo compuesto por un estudiante, la única persona ajena a la realidad del experimento, ya que se le dice que es un experimento para evaluar la percepción visual y varios colaboradores del investigador que se hacen pasar por sujetos experimentales también, que previamente han pactado verbalizar las respuestas erróneas y antes de que el sujeto control responda
La tarea consiste en que el investigador presenta tres barras horizontales de diferentes tamaños, y cada sujeto debe decir en voz alta cuál de ellas es la más alta. Los colaboradores están preparados para responder de forma correcta en los primeros ensayos, pero a medida que progresa la situación empiezan a equivocarse y a indicar una barra que claramente no es la más alta (de forma unánime).

¿Qué datos se desprenden de los experimentos?.
- El 37% de las veces dieron las mismas respuestas que el resto de colaboradores del experimentador. Por lo tanto, respondieron de manera errónea para adecuarse a la respuesta del grupo, cedieron al criterio de la mayoría.
- Sin la presencia de colaboradores y aliados del experimentador, sólo el 5% de los sujetos puestos a prueba cometen errores.
- Alrededor del 25% de las personas no cedieron en ninguna ocasión a la presión grupal, es decir dieron la respuesta correcta.

En otra serie de experimentos se dan respuestas no unánimes, es decir otro sujeto colaborador dice la respuesta correcta antes que la persona evaluada, o bien otra respuesta distinta a la del grupo. Y en otra tercera condición una persona da otra respuesta más alejada de la correcta. 

Estas condiciones exponen que la reducción de la conformidad era mayor cuando el cómplice que no está de acuerdo escoge una respuesta peor que la de la mayoría. Esto sugiere que la unanimidad del grupo es crucial. Es más fácil resistir a la presión de grupo cuando en él no existe acuerdo.

En otros estudios se puso de manifiesto que cuando los sujetos emitían sus juicios no en voz alta sino de forma escrita, la conformidad se reducía drásticamente.
Este resultado señala la importancia de distinguir entre conformidad pública (hacer o decir lo que hacen o dicen los demás) y la aceptación privada (sentir realmente como las demás personas).

Todos estos resultados nos pueden llevar a concluir que nos dejamos llevar por la presión social, nos agrada estar acorde y en sintonía con los demás, ya sea el grupo de amigos, familia, la sociedad....sobre todo si lo percibimos como un punto de apoyo y de referencia, por lo que cuando nuestro punto de vista es distinto a lo que la mayoría grupal manifiesta, se produce en nosotros una distorsión cognitiva entre lo que pienso y lo que quiero pensar para sentirme acorde con el grupo
. Hay personas que llegan a dudar de sí mismos y de su criterio propio, pueden pensar por ejemplo: "estaré cometiendo un error, ya que los demás piensan de otro modo", "todas las personas no van a estar equivocadas..." .

¿Qué factores se verían involucrados en la influencia social?.
Serían personas más fácilmente influenciables aquellas que no son más inseguras, que presentan déficit en la autoestima, o cuando no son expertos en algún tema, sino que se está aprendiendo. Además se tiene en cuenta el tipo de validez que se le da al criterio de las demás personas, es decir a mayor vínculo emocional parece ser que más nos apegamos al criterio externo o al grupo, nos gusta sentirnos integrados en el grupo de iguales, familia, trabajo...., en general no nos agrada ser la "oveja negra" o la "nota discordante".

Quizás las personas se muestran menos influenciables cuando presentan una buena autoestima, a menor identificación en el grupo en el que se encuentren es más probable que presenten su opinión propia sin ser sesgada grupalmente. Otro rasgo podría ser que tengan clara su escala de creencias y valores y tengan buenas habilidades sociales para defenderlos. Y otra característica podría ser que defiendan sus ideas a nivel más privado, ya que eso ayuda a no entrar en conflicto con la opinión grupal al menos de manera frontal.

¿Alguna vez habéis cedido vuestro criterio individual a favor de la opinión grupal?. ¿Os consideráis fácilmente o difícilmente influenciables?.

Desde #VanesaRuizPsicología esperamos que la publicación haya sido de vuestro agrado.
Os recordamos que para mayor información, o si necesitáis ayuda, estamos a vuestra disposición.

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